jueves, 27 de octubre de 2011

Morir por un ideal. Ayer y Hoy...

Ayer y Hoy: Sócrates 469 aC. Santillan y Kosteky 2002

Sócrates fue un ciudadano leal, respetuoso, y buen vecino.
Se lo veía, habitualmente, rodeado en semi circulo de hombres que querían escucharlo, pasando de la risa a la confusión, de lo ilógico a la razón.
"Su vida no era la de un pensador solitario y aislado (...), su vida había estado ligada constantemenet a la historia de la ciudad", relata el autor del libro "História de filosofos", que lo describe como un personaje arraigado a su tierra, conciente de la realidad que lo rodea, sin ser un revolucionario con perspectivas destructivas, ni agitador ni subersivo.
Él no tuvo un final como, quienes a partir de este trabajo conocimos su vida, hubiesemos esperado que tuviera.
Sócrates tenía un puesto de trabajo del cuál cualquier habitante de Atenas podría obtener, ya que la adquisición del mismo era por medio de sorteo. El cumplimiento de su deber lo llevó a quedar en medio de una discusión politica, de la cuál él se sentía ajeno.
Atenas perdía la guerra contra Esparta, y fue una época dura para los atenienses ya que el bando ganador, había comenzado con un régimen atróz contra los ciudadanos. Exilios, muertes y expropiación.
Sócrates tuvo mala suerte, había quedado dentro de un grupo de ciudadanos destinados al asesinato por medio de los Treinta Tiranos, pertenecientes a Esparta. Pero no fue así como murió...si no cinco años después, en plena democrácia.
"Sócrates es culpable de no creeer en los dioses que cree la ciudad, y de introducir divinidades nuevas. Tambien es culpable de orrompero a los jóvenes. El castigo propuesto es la muerte" Leía Meleto en el juicio contra Sócrates, siendo una acusación infundada.
La muerte de sócrates no tenia caracter judicial, si no que era más un conflicto filosófico ya que sócrates tenia en su alma las herramientas para un mundo nuevo.
En silencio, Sócrates aceptó el veredicto, y la ejecución fué un hecho. No iba a quebrantar sus pensamientos por obtener la libertad.
¿No suena actual la forma y bajo las ilógicas acusaciones en las cuales fue asesinado Sócrates?
¿Acaso Dario Santillán y Maximiliano Kosteky no eran ciudadanos comunes, que eran conciente de las realidades de su pueblo?
¿Muertes, exilio y expropiación no son palabras que nombramos durante los atroces dias del 2001 y 2002?
¿Acaso, por seguir batallando y reclamando hasta el último momento de sus vidas, Dario y Maximiliano fueron asesinados?
¿En época de dictadura, al igual que Sócrates, los dos militantes del Partido Obrero, también perdieron la vida?

A veces buscamos en el pasado, creyendo que aquellos hombres que dejaban sus vida por sus ideales, son los que nos hoy nos inspirarán a no olvidar lo que somos...
Maximiliano y Dario, reclamando alimento, trabajo y justicia, fueron asesinados por 2 policias bonaerenses. A diferencia de la época de Sócrates, en donde 2 paises se disputaban entre sí, en el 2002 se disputaba poder y dinero.

Pero, aunque nos separen cientos y cientos de años, podemos encontrar un Sócrates en el alma de Santillán y Kosteky, como también en aquellas personas que dejan su vida por sus ideales.

Magalí Lo Presti

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